Las baterías modernas de iones de litio han conseguido que los problemas relacionados con el
efecto memoria de hace algunos años
hayan pasado al olvido. La vida útil
de una batería estándar es de unos 24 meces
en función del escenario de uso, la demanda energética del equipo, la
temperatura y la calidad de la misma, entre otros factores. Tras unos 300 ciclos completos de carga y descarga,
su capacidad puede descender hasta un 80%.
La recomendación es que, aunque utilices el equipo siempre
conectado a la red eléctrica, mantengan la batería instalada y realicen ciclos
de carga y descarga de vez en cuando. Para ello, basta con que un par de veces al mes desconecten el alimentador del
ordenador y lo uses de la manera habitual hasta que la carga de la batería
se agote por completo. Y, después, conecten el adaptador para realizar una
recarga completa de la misma. Si quieren optimizar su vida útil también es recomendable que alternen
periodos de uso de la batería con recargas parciales, simulando, así, el
escenario de uso real para el que está diseñado.
Si finalmente deciden utilizarla sin batería, es importante que la guarde con una carga
aproximada del 40% y, una vez a la semana, la conectes al equipo para que
no se degrade rápidamente. En cualquier caso, la ventaja de tener el equipo protegido frente a problemas con la red
eléctrica y la comodidad de poder moverlo en cualquier momento compensan
con creces la inevitable degradación de las baterías.