Elimina los procesos en segundo plano

Lo primero que haremos para incrementar el rendimiento de nuestro equipo es evitar la ejecución de los procesos en segundo plano iniciados por las aplicaciones de usuario. Estos programas reducen el tiempo que tardan algunas utilidades en iniciarse, pero a cambio acapararan una apreciable cantidad de recursos, especialmente tiempo de CPU y memoria principal. Afortunadamente, manipular estos componentes no conlleva peligro alguno, por lo que podemos hacerlo con tranquilidad. Para lograrlo, introduciremos el comando “msconfig” en Inicio/Ejecutar...

Después haremos clic en la pestaña Inicio de la “Utilidad de configuración del sistema”. A continuación, desactivaremos las casillas de verificación identificadas como elemento de inicio de aquellos programas que utilicemos con menor frecuencia. En este listado no aparecen componentes esenciales del sistema operativo, por lo que no se producirá fallo alguno aunque desactivemos todos los módulos. De hecho, incluso las aplicaciones que los instalaron como elementos de inicio funcionarán correctamente.

Una vez que hayamos desactivado los componentes oportunos haremos clic en el botón Aceptar y después en Reiniciar, pues es necesario volver a cargar el sistema operativo en memoria principal para que los cambios que hemos realizado entren en vigor. Si nos viniese mal reiniciar el PC en este momento podemos hacer clic en Salir sin reiniciar, aunque en este caso la ejecución de los procesos en segundo plano no se detendrá hasta que apaguemos y volvamos a encender nuestra máquina.