Desfragmentación del disco duro

Cuando guardamos un archivo en nuestro ordenador, éste se divide en pequeños trozos que han de repartirse a lo largo de la superficie del disco y cuyo tamaño debe coincidir con el de los sectores. Aunque en un principio lo lógico sería que las partes de un mismo fichero se almacenasen de forma contigua, esto no siempre es posible. Y es que el uso habitual de un PC, con frecuentes borrados y copias, genera fragmentación, de modo que el número de archivos cuyos sectores se encuentran diseminados por todo el disco aumenta considerablemente. Sus desventajas son claras y afectan principalmente al rendimiento de las operaciones de lectura y escritura; las cabezas deben desplazarse continuamente de una zona a otra para acceder a todos y cada uno de esos trozos, lo que conlleva una pérdida de tiempo que se traduce en un menor rendimiento.

Una vez comprendido esto, es muy sencillo entender qué es lo que hace el proceso de desfragmentación. Básicamente, se encarga de desplazar la información almacenada en algunos sectores del disco para ordenarla, dentro de lo posible, de forma consecutiva. Los usuarios de sistemas basados en Windows tan sólo deben acceder a la opción “Propiedades” del menú contextual de la unidad de disco duro que desean desfragmentar (Haciendo clic con el botón derecho del ratón) para, a continuación, dirigirse a la pestaña “Herramientas” y dar click en la opción “Desfragmentar ahora…”.

La duración de este proceso varía sustancialmente en función de una gran cantidad de factores (el sistema de archivos utilizado, el tamaño del disco, su estado, etc.). Por tanto, valga como ejemplo que, en un equipo con FAT32 y un disco duro grande, este proceso puede durar varias horas, por lo que lo más prudente es efectuarlo cuando no tengamos que trabajar con el PC.

¿Con qué frecuencia se debe realizar una desfragmentación? Depende de la frecuencia de uso del ordenador, pero lo que sí es seguro es que el tiempo invertido siempre redundará en un aumento de las prestaciones. De cualquier modo, consideramos que una vez por semana es suficiente para la mayor parte de los usuarios domésticos.