Muchos usuarios han experimentado que, al instalar por primera vez Windows, todo funciona de maravilla, pero poco a poco van notando que el inicio se tarda un poco más que antes, hasta que la espera es demasiada, incluso con procesadores y memoria de lo mejor. Esto se debe muchas veces a que algunos programas instalados se ejecutan cada vez que iniciamos Windows. En ocasiones, estos programas son difíciles de quitar, por lo que el problema del inicio lento puede seguir a pesar de un esfuerzo inicial por acelerar este proceso. Si está tratando de detener o desinstalar estos programas para lograr un inicio más rápido, he aquí un tip que talvez te pueda ayudar:
Recuerda que hay más de un programa para hacer la misma tarea, si el programa que alenta su Windows actualmente es muy utilizado, intente buscar otro programa que haga lo mismo, pero de otro desarrollador. De esta manera, puede que el programa nuevo tenga ciertas ventajas o hasta opciones adicionales que le permitan controlar mejor su ejecución, ganando velocidad sin perder funcionalidad.
Fuentes: PC Magazine en español, Vol. 14, No. 5, 2003 (p. 86)
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